Vamos a los toneles, por pastelitos de perro

Los toneles, una tradición catracha

 El barrio La Guadalupe y sus alrededores se impregnan día a día con los aromas que provienen de los fogones del negocio Los Toneles. Los deliciosos pastelitos de perro son la sensación desde las 9:00 de la mañana que este negocio abre sus puertas al público en general.“Los Toneles dio comienzo en 1970 por medio de Otilia Flores, quien fue mi abuela, luego pasó a manos de mi madre, Ana Hernández, quien falleció años después, quedando así yo al mando del negocio desde hace 12 años”, detalló Ana Fiallos, encargada del establecimiento Los Toneles, quien también agregó que “en los inicios del negocio mi abuela hacía los pastelitos de perro en un tonel; esto hacía que muchas personas que consumían en el lugar se identificarán con el establecimiento diciendo ‘vamos a comer pastelitos de perro a los toneles’, y desde entonces se decidió que el negocio se llamara Los Toneles”. El menú La famosa orden de 10 pastelitos de perro acompañados de su respectiva ensalada de repollo conforma solo una parte de todo lo que ofrece este establecimiento. En los inicios se vendían pastelitos de perro, fritas de yuca, tacos, plátano frito y nacatamales que se vendían solo los fines de semana; luego se incorporó en el menú la venta de baleadas y pan con frijoles. Con todas esta delicias es que gran cantidad de personas abarrotan el establecimiento para pedir su orden para consumir dentro del negocio o para llevar.“Algo característico de Los Toneles es el sabor en sus comidas, ya que aquí se sigue cocinando en fogón, tal como lo hacía mi abuela; cocinar en fogón brinda un sabor único a cada platillo, cosa que no sería igual con estufas industriales”, manifestó Fiallos.

El auténtico sabor de los pastelitos de perro recién salidos del fogón fue descubierto en un tonel desde hace más de 41 años .